Costa Gavras y la muerte de las democracias
Viajero incansable, amante del discurso con esencia, de la reflexión y la denuncia social, a sus 81 años, el director francés de origen griego Constantin Costa-Gavras sigue demostrando estar en plena forma, con una mente clarísima y con muchas ganas de seguir transmitiendo mensajes. Con motivo del lanzamiento en España del DVD de su última película, El Capital, una bofetada a un sistema corrupto y atroz que se burla de los ciudadanos, podemos conversar con él, tocando temas con los que pocos directores de cine se atreven.
Con un Oscar en por Z (1969) a la mejor película de habla no inglesa y otro Oscar al mejor guión adaptado por la impresionante Missing (1982), Costa Gavras echa de menos a sus amigos Jorge Semprún, Simone Signoret y Ives Montand, pero sigue trabajando, buscando mensajes que transmitir al mundo a través de su cine. El autor de Amén o La Caja de Música contraataca con la actual El Capital, dando buen repaso al poder de la banca, a las falsas democracias y a la destrucción moral del mundo. Relativamente cercano al Oliver Stone de Wall Street y mas contundente que la mayoría de reportajes sobre la crisis que vemos en TV, Costa Gavras se muestra mas activista que nunca.
Cuando se estrenó El Capital y ahora que aparece en DVD, no vemos la dimisión de ni un solo político o banquero. ¿Quizá no tengan la capacidad para poder hacerlo?
Es imposible. Hace años que tendríamos que haber encontrado una solución para muchos problemas globales en el seno de la ONU pero ésta se muestra ineficaz. Los débiles con los poderosos tendrían que haber encontrado una solución pacífica para Irak, por ejemplo, pero no interesaba.
¿Y hasta cuándo puede durar esta situación de estado de excepción en todo el planeta?
No va a durar mucho. No puede llegar a buen puerto. Jamás un poder de corte absolutista lo ha conseguido. Jamás, a lo largo de la historia de la humanidad, los regímenes, gobernantes o los dirigentes de tentaciones absolutistas han conseguido perdurar. Lo intentó el primer cristiano cuando quiso que todo el mundo abrazara la fe cristiana y tuviera las mismas ideas. Después vinieron los musulmanes y querían que todo el mundo adoptara sus creencias. Luego vinieron los nazis y los comunistas. Y querían que todo el mundo se volviera nacionalsocialista o comunista. Pero todos fracasaron. Ahora, por lo visto, le toca a los capitalistas. Ahora Estados Unidos quiere que todo el mundo viva bajo el capitalismo al más puro estilo americano. Quieren imponer un capitalismo agresivo, violento, unilateral. Pero esto no puede ni va a funcionar. ¿Cuántas víctimas más se producirán en este empeño? Porque no nos olvidemos de las víctimas que se siguen produciendo todos los días en distintas partes del planeta…
«El Capital» es una película controvertida, interesantísima, como toda su obra…¿Tenia la película en la cabeza antes de rodarla o la llegada de la crisis mundial aceleró el proceso de rodaje?
La idea de hacer esta película empezó antes de la crisis económica global y de la crisis democrática. Yo quería hacer una película sobre el dinero y su papel en sociedad. Quería mostrar como el ser humano cambia con el dinero, como el dinero juega en nuestra sociedad un rol enorme, positivo por una parte pero muy negativo por otra parte. El dinero como tal, es un medio de corrupción enorme. Hoy en día, el dinero se ha convertido en una obsesión y en una especie de religión. Hace unos años empecé a documentarme, buscando gente que trabajaba en el mundo de la banca, hablé con economistas y cuando la crisis estalló en toda Europa yo ya había iniciado el proceso de escritura del guión de “El Capital”, basándome en el libro que me había fascinado.
La película nos muestra, de un modo muy claro, como nace o se crea una crisis. La crisis actual, nace de la actitud que muestran muchos personajes de la película, pero sobretodo del protagonista. No contaré el final, pero creo que es la conclusión a un tipo de vida y de actitud, en la que el dinero lo es todo. Hoy en día banqueros, políticos y gente con poder forman parte de una especie de secta que se mueve para y por dinero.
¿La película responde al 100% a su visión del mundo a nivel crítico?
Tengo toda la responsabilidad sobre lo que se dice en la película, es mas, siempre he pensado que el mensaje que sacamos de cualquier película tiene que ser responsabilidad del director. En este caso actúo basándome en el libro, pero siempre contando con mi punto de vista. Aunque la película sea de ficción, todos los elementos están sacados de la realidad. Lo que el espectador ve en le cine, es mi modo de entender el poder del dinero.
Hablemos del casting, ¿cómo llegó Gad Elmaleh a “El Capital”?
Durante la escritura del guión contemplé varias posibilidades, pero finalmente me decidí por Gad porque es un personaje muy querido en Francia, el público le adora y yo quería un hombre amado que durante la evolución de la historia que cuento evolucionara y se convirtiera en un monstruo para el espectador.
Gad Elmaleh está en la cresta de la ola
Es el número uno en Francia, es el mejor cómico/humorista que hay en Francia actualmente. Curiosamente es la pareja de un miembro de la familia Real de Mónaco…Interesante mensaje para la película.
¿Y Gabriel Byrne?
Gabriel Byrne es fantástico. Es amigo mío, había trabajado con el en muchas películas, incluida “Hanna K”. Necesitaba para su papel a un actor que no fuera totalmente norteamericano. Quería alguien con un buen acento inglés pero con acento europeo. Piensa que su papel es el de Dittmar Rigule, un alemán que trabaja en un mundo globalizado donde todo el mundo se mueve muy deprisa y necesitaba alguien con mucha personalidad y un acento determinado. Gabriel aceptó el papel al momento de proponérselo, tenia muchas ganas de hacerlo.
Cuando vemos “Missing” pensamos en la CIA, cuando vemos “Amen” pensamos en el Vaticano y los nazis, y podríamos seguir con toda su filmografía…¿Hasta que punto tiene usted miedo de que el público no termine de creerse lo que está viendo y piense que es demasiado sórdido y crudo para ser real? En mis películas hay dos cosas que siempre me han interesado mostrar: una es el poder, como el poder cambia para bien o para mal nuestra vida, y otra es la resistencia. Me interesa lanzar un mensaje sobre como el poder nos afecta, para bien y para mal y como al gente muestra su rechazo ante las muestras negativas de dicho poder. Las películas que usted ha mencionado tienen esta idea de fondo y “El Capital” también. Me idea es lanzar un mensaje directo sobre el poder nos afecta el poder, para bien y para mal. Y mostrar como la gente muestra su rechazo ante las muestras negativas de dicho poder. Actualmente me interesa mostrar el poder económico que tienen quienes dirigen el mundo, gente con mucho poder que se ocultan en las sombras, pero que lo controlan absolutamente todo.
Gente anónima…
Eso es lo peor, es gente que toma decisiones y a la que nadie ha votado en unas elecciones democráticas. Son gente que se ayuda en todos los niveles, no hay que tener miedo de llamarles secta. El poder político que elegimos en las urnas es muy flojo, no tiene ningún poder sobre ellos…¿pero sabe que es lo mejor?…
No, cuénteme por favor
Que el pueblo, tarde o temprano acaba por empujar muy fuerte para ayudar a cambiar la situación.
Los gangsters, los nazis, el comunismo, el terrorismo…¿ahora le toca al dinero y el poder? El “malo” en la actualidad es el dinero, pero el “malo” lo lleva el hombre dentro desde hace miles de años. El mal forma parte de la humanidad. Por tal motivo existe la lucha eterna entre el bien y el mal. Y es aquí donde entra en acción la resistencia para imponer el bien por encima del mal.
¿Cree usted en los políticos?
Existen políticos, ya no se si llamarles de izquierda, que quieren cambiar el mundo y esos son los políticos que me interesan. Ya no veo nada mas que no sea un cambio total. El mundo hay que cambiarlo constantemente, no solo una vez cada diez o veinte años, hay que estar cambiando todo el rato, porque el mal siempre estará presente y el ser humano está capacitado si se une para vencer dicho mal.
El mal es humano… El mal forma parte del hombre, está en mi, en usted, en quien nos lee y se necesita mucha fuerza de voluntad para que no aflore. Se necesita un poder democrático que permanentemente trabaje para el bien. Hoy el mal está en la economía, en los malos gestores y en la codicia. La visión de muchas personas hoy en día va enfocada a crear millones de víctimas en todo el mundo…en España, Portugal, Grecia, Francia…Piense usted que en Francia tenemos mas de tres millones de parados.
Javier Nart, abogado y excorresponsal de guerra con quien colaboramos en 2005 en un documental, me dijo una vez:
-“Para crear un demonio solo hacen falta tres factores: 1- Tener una idea o argumentación. 2- Los medios o las armas para llevar a cabo dicha idea. 3- Total impunidad posterior. Saber que hagas lo que hagas, nadie de dirá nada. ¿Esta usted de acuerdo? Totalmente, completamente de acuerdo. Saber que puedes hacer algo malo libremente y que no te puede pasar nada porque el poder lo tiene todo controlado es algo que está pasando cada día. Estamos viviendo en el centro de esa argumentación. En este caso la idea puede ser económica, religiosa o de un partido político. Buscan poder y lo necesitan. Los medios o las armas se pueden conseguir muy fácilmente, el mundo está lleno, y gente que pueda manejarlas (pagando) todavía es mas fácil.
¿Ha sido el euro el gran mal de Europa?
El euro era una buena idea, pero se han hecho las cosas muy mal. Europa tenía que haber empezado con una reunión general a nivel político. Primero la política, luego se tenía que haber planteado una unión social, cultural, donde cada país aportara su grano de arena, y después la unión económica. Se empezó por el final y mal. El euro ha creado enormes desigualdades, ha encarecido la vida a millones de personas…Creo que no puede existir sin una voluntad política general, muy fuerte, mucho mas fuerte que la actual, que solo tiene poder en uno o dos países. Hay que volver al principio y renegociar la figura del euro.
¿Nos falta cultura?
Hay que apostar por la cultura y por las políticas sociales. Antes que hablar de economía es vital tener una Europa socialmente y culturalmente mucho mas fuerte.
Víctor Riverola i Morera