Juego de patriotas
Se acercan las elecciones europeas, una especie de intento democrático de elegir a tres grupos de representantes políticos. Tres grupos bien definidos, que suelen vivir muy bien en Bruselas, viajando en Business, comiendo a lo grande y disfrutando de dietas que muchos autónomos no veremos jamás.
El primer grupo está formado por políticos incompetentes exiliados por sus partidos a Bruselas. Algunos son auténticos idiotas que no saben ni donde están los mejores prostíbulos en Bélgica.
El segundo lo integran soñadores, gente válida, ilusionada, convencida que puede hacer algo para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos europeos. Algunos incluso llegan a ser polémicos, debido a sus ideas y a su forma de expresarlas en público. Pude que sus intervenciones tengan muchas visitas en YouTube, pero a fin de cuentas, sus quejas nunca son escuchadas.
El tercero lo integran egoístas profesionales. El consejo de administración de la gran empresa que han construido, la gran Europa S.A.. Se ha llegado a comentar que son gente impuesta por el BCE, el FMI, el Bildelberg, y que se encargan de mantener la maquinaria engrasada, para que nada falle en su gran multinacional.
En el fondo, muchos ciudadanos ignoran que en parte, votamos a representantes de empresarios, no a políticos, cuyo único interés es seguir hipotecando y expoliando a los países mas pobres, a la vez que mantienen la incultura bien alta y el miedo en las calles.
¿Para que mentir?, no nos engañemos…actualmente Europa es totalmente rota, cada uno va a su aire, quejándose del vecino, sin unidad ni concierto. Mas que una unión tenemos un intento de unir ideas, un intento de poder trabajar conjuntamente entre países, bajo una misma forma de entender la política, algo imposible hoy en día. Y luego está la gran estafa del euro, una herramienta de control monetario que ha destrozado la economía de muchos países. Encareciendo la vida y arruinando a mucha familias. España es un buen ejemplo de ello. Lo que mas tristeza me produce es observar como muchos gobiernos siguen empeñados en tener el euro, algo que les hundirá todavía mas, pero hay que seguir las órdenes, rendir pleitesía o directamente, arrodillarse ante los designios del los directivos de la gran Europa S.A (que de grande tiene poco).
En esta ocasión, el paripé de ir a votar adquiere proporciones dignas de un filme de los Hermanos Marx. Con la ultraderecha subiendo en casi toda Europa, el paro de muchos países disparado, millones de familias con problemas para llegar a fin de mes, rescates, aumento de la inmigración ilegal, pobreza disparada y muchas protestas sociales reprimidas…solo nos queda mirar hacia Ucrania y ver a una nueva Rusia plantando cara de un modo que nos recuerda a los mejores tiempos de la Guerra Fría. La economía está hundida en todo el sur de Europa…y muchos nos preguntamos: ¿qué pretenden hacer los genios de Bruselas?…
Pues muy fácil: seguir hipotecando a quien menos tiene, negociando con países de dudosa legalidad y creando mas y mas problemas con las políticas de inmigración, que en lugar de unidad, solo crean división, odio e incomprensión. ¿Qué hacemos nosotros (como pequeña empresa que somos) cuando un cliente se excede en el trato o directamente, incumple pagos, falta al respeto o se comporta de un modo poco profesional?, la primera respuesta es enviarle un e-mail contundente pero educado, mostrando nuestras sensaciones, transmitiendo nuestras opiniones. La segunda respuesta es prescindir de él como cliente. Demostrarle que no necesitamos trabajar con gente que no respeta al prójimo.
Es en estos momentos cuando los patriotas, los salvapatrias que jamás salen a la calle, crean partidos por toda Europa, escriben en sus cuentas de Twitter comentarios radicales, se creen mejores que el resto y atacan a los mas débiles. Se inicia un juego peligroso entre los nuevos patriotas, los de siempre y como diría Daniel Estulin, la masa sucia, los corderos que viven ajenos a la realidad. En este juego patriótico está la llave del futuro de Europa, ¿seremos capaces de darnos cuenta de la deriva que está tomando Europa?, ¿tanto le cuesta al ciudadano prescindir de los servicios de gestores incompetentes, mentirosos, corruptos…que han traicionado todos los valores democráticos que en su momento algunos incluso juraron defender?.
En nuestras manos está empezar a decir NO, tenemos que cambiar muchas leyes, muchas normas, muchas formas de entender la política. Votar a pequeños partidos puede ser un camino, una huelga general indefinida podría ser un buen golpe de efecto, pero millones de familias con problemas sufrirían sus consecuencias. Salir a la calle podría ayudar, pero deberíamos ser millones, no miles…Solo nos queda reflexionar y tener muy claro lo que significa hoy en día la UE y el Euro. Solo teniendo muy claro quien y como maneja los hilos, y para lo que sirve el Parlamento Europeo, podremos alimentar la llama de la reacción, del libre pensamiento, de la reflexión, el diálogo, sembrando la semilla de un cambio de sistema que Europa necesita urgentemente.
Víctor Riverola i Morera