Parados para siempre
España ya tiene más de dos millones de parados que probablemente no encuentren trabajo nunca. Conseguir empleo en un país con casi un 27% de paro es difícil, pero para los desocupados de larga duración es casi una quimera.
Muchos estudios coinciden en señalar que los trabajadores en el paro pierden posibilidades de reinsertarse en el mercado laboral a medida que pasa el tiempo. Transcurrido un periodo que puede oscilar de seis meses a un año, hay muy pocas posibilidades de volver a entrar en el sistema.
Casi 1,3 millones de parados perdieron el empleo hace más de un año y menos de dos. Y 2,3 millones hace más de dos años. Aunque hay un tercer sector, mucho más perjudicado, que se compone por 700.000 personas que hace más de cuatro años que no consiguen trabajo. Si cuando llevas más de un año en el paro te debes preocupar, es triste imaginar la situación de esas 700.000 personas.
El futuro de más de dos millones de personas en España ha muerto. Dos años sin trabajar es un dato que muestra cómo el sistema, incapaz de resolver los problemas de la población, los ha escupido y les ha robado las posibilidades de progresar.
En datos anteriores a la crisis, por ejemplo, en 2007, se podía observar que la mayoría de los parados estaba menos de un año sin encontrar trabajo, el mercado laboral se reciclaba más y era mucho más dinámico. Ahora los parados que llevan más de dos años sin trabajo son casi los mismos que los que llevan menos de un año, unos 2,3 millones. En 2007, quedarse al margen del mercado laboral era una excepción, ahora se ha convertido en un destino bastante probable cuando pierdes el empleo.
El mayor problema para este colectivo es que se verá marginado de la sociedad. En Estados Unidos se publicaron diferentes estudios que lo probaban. Rand Ghayad, un doctor de la Northeastern University de Boston, envió hasta 4.800 currículos a unas 600 ofertas de empleo. Las conclusiones de este estudio son un reflejo del futuro que les espera a los llamados “parados eternos”. Candidatos con experiencia en un sector distinto pero en el paro hace menos de tres meses, tenían más del triple de posibilidades de recibir una llamada que otros con experiencia en el sector, pero que llevasen más de seis meses sin empleo.
En otros estudios se muestra cómo las empresas prefieren a alguien que lleve poco tiempo en el paro y que pida un sueldo mayor, a pagar menos y contratar a alguien que lleve más tiempo sin trabajo. Esta situación se produce porque las empresas tienen sus prejuicios. Alguien que lleva tiempo sin empleo puede ser por mala suerte o por vago, pero nadie quiere pararse a comprobarlo.
Aunque la realidad española no es la misma que la de Estados Unidos, nosotros tenemos demasiados parados a la fuerza. ¿Qué será de los 2,3 millones de personas sin futuro? Mejor que se encomienden a Dios, porque si tienen que esperar que el Gobierno haga algo por ellos, están perdidos.
Juan Carlos Meneses Montserrat