El silencio de los corderos
Dos millones y medio de manifestantes, según los organizadores, llegados desde varios puntos de la Península, se movilizaron el pasado sábado 22 de marzo en Madrid, bajo el lema de la dignidad del pueblo. La Policía redujo la cifra de manifestantes a 50.000 y varios medios de comunicación y políticos del PP todavía la reducen más. Puede que estemos delante de la mayor manifestación social de la democracia, o puede que no, pero no podemos negar que la organización fue encomiable, pues realmente cuesta coordinar y controlar tamaña cantidad de seres humanos llegados desde las principales ciudades de España. Es importante destacar la harmonía, el compañerismo y la sensación de que algo está cambiando en la forma de entender la democracia en España, un magnífico país lleno de corderos dominados por hienas y no por leones.
El poder ver a tantas familias con niños y abuelos un sábado de primavera caminando por las calles de Madrid, protestando pacíficamente contra un sistema gobernado por bancos, corporaciones empresariales y políticos corruptos, no es algo que se vea todos los días. Había mucha gente, muchísima, de diversas clases sociales e ideologías. Con la perspectiva del tiempo a nuestro favor, tengo que reconocer que hace años que como periodista he dejado de creer en los números. Creo en lo que veo y me da igual si son tres mil o tres millones, me dejo guiar por mi instinto y me quedo con el fondo, con el meollo del tema. Siempre que cubro o asisto a una manifestación, protesta o concentración, procuro tomar muchas notas, hacer muchas fotos, escuchar a la gente, leer comentarios en redes sociales y una vez terminado el acto, suelo formularme muchas preguntas. Casi siempre me pregunto porque pasan las cosas, que hay detrás de lo que he visto y para que sirve.
¿Recuerdan las palabras del profesor (antisistema total) John Keating (Robin Williams) en El Club de los Poetas Muertos cuando habla de extraerle todo el meollo a la vida?, romper páginas de un libro donde se describe a la poesía como algo mecánico, poco humano, no solo es necesario, sino que ayuda al ser humano a convertirse en libre-pensador, algo que el sistema no podía tolerar, y que actualmente sigue sin poder tolerar. ¡Cuantos críticas le caerían ahora a John Keating si osara romper en público páginas de un libro…en una manifestación!. Y es en este detalle donde reside el secreto: hacer lo que uno crea conveniente, sin hacer daño, ayudando, transmitiendo, enseñando, sin dejarse llevar por el sistema, sin dejarse manipular. Es obligatorio pensar, dudar, contrastar y luchar para poder extraerle todo el meollo a la vida, el problema viene cuando no nos dejan hacerlo y cuando millones de ciudadanos, corderos, siguen en silencio, observando a quienes protestamos con aires de superioridad, insultándonos, llamándonos nazis, perrofalutas y terroristas. Lo bueno del caso es que muchos de los corderos que nos llaman nazis luego forman parte de partidos de ultraderecha, pero tal y como pasa en Ucrania, eso si es democrático. Por desgracia, la poca tradición democrática que tiene un país como España nos impide avanzar valientemente, alimentándose la división entre bandos.
Lo de contar manifestantes se ha convertido en un imposible, pues todos los datos que se publican, todos, estarán manipulados. Todo depende de quien haga el recuento y para quien trabaje, así de claro. La información que nos llega no es información, son datos que deben interpretarse desde una óptica muy abierta. (Tal y como decía un profesor que tenía, la prensa no hay que leerla, solo hay que mirarla y acto seguido sacar conclusiones).
En la actualidad, en España y en medio mundo la verdad siempre estará secuestrada por quien pague la cuenta…sabiéndolo, lo mejor que un periodista independiente puede hacer es no ponerse nervioso, estar tranquilo, pensar en frío, analizar la situación y sacar sus propias conclusiones.
Se ha demostrado que los grandes medios no son fiables, para nada. Por poner un ejemplo, recuerdo a La Vanguardia o el ABC, cuando se realizó la impresionante manifestación contra ETA tras el vil asesinato de Miguel Ángel Blanco. En Barcelona centenares de miles de personas llenaron el espacio que se encuentra entre el Passeig de Gràcia con Diagonal y la Plaza Catalunya. El ABC publicó que mas de un millón de personas salieron en Barcelona, pero durante la Diada de hace un par de años, llenándose casi el triple de espacio (llegaron hasta el puerto), entonces comentaron que había unas 600.000 …todo depende de lo que interesa y lo que no…y quien pague la cuenta. Ya lo sabíamos de antemano: las Marchas por la Dignidad no interesaban ni a la prensa, ni al gobierno, ni a los millones de corderos que siguen creyendo en un sistema corrupto que humilla al ciudadano y protege al delincuente. Para muchos españoles de butaca, fútbol y toros, el salir a la calle a protestar no queda bien, ¿qué dirá el vecino si me ve por la calle con una banderita o con una camiseta de los yayoflautas?, quita, quita, que no queda pijo.
Bajo el lema «pan, trabajo y techo para todos y todas», miles de personas se han manifestado para pedir el fin de los recortes y la dimisión de Gobierno y para denunciar la situación límite de «emergencia social» en la que se encuentra gran parte de la población española. La cabecera de la marcha, portadora de una gran pancarta en la que se podía leer No al pago de la deuda. Fuera los Gobiernos de la Troika. No más recortes. Pan, Trabajo y Techo, emprendió su marcha desde Atocha hacia la plaza de Colón a las 17:00 horas, si bien muchos de los manifestantes y algunas de las columnas se fueron sumando a lo largo del recorrido. A su llegada a la plaza de Colón, situada a escasos metros de una calle Génova -donde se ubica la sede del PP- totalmente blindada por un fuerte despliegue policial, la cabecera y las distintas columnas fueron recibidas por miles de personas que se habían concentrando allí, gradualmente, a lo largo de la tarde.
¿Aborrecible que medios como El Mundo, La Razón o el ABC solo destaquen los enfrentamientos y disturbios entre policías y un grupo violento al término de las marchas?, por supuesto. No solo es aborrecible, sino que vulnera la praxis profesional que en teoría se enseña en las Universidades, pues la ocultación de información se considera dentro de la profesión como algo muy grave. Las cosas como son, no podemos negar que el saldo es de 24 detenidos (tres menores de edad) y lo más grave: un balance desolador de heridos, 101, de los cuales 67 son agentes de la Policía.
Cuatro agentes están graves y dos padecen una conmoción cerebral, según ha explicado la Policía Nacional. Uno de los policías nacionales se encuentra en estado grave y ha sido trasladado al hospital Nuestra Señora de América, en la capital.
Es evidente que algo muy grave está pasando en España, donde cualquier manifestación contra las políticas del gobierno y de la UE termina en batalla campal entre un grupo organizado y las UIP. Llegados a este punto es cuando el periodista se formula varias preguntas:
– ¿Qué lectura hacen los medios de derechas y el gobierno tras ver como millones de personas llegaban desde toda España hasta Madrid?.
– ¿Son conscientes de la cantidad de familias que pedían vivir en una España y en una Europa mas justa, mas humana…o solo veían terroristas disfrazados de abuelo y familias con bebés?.
– ¿Será capaz el gobierno de extraer el meollo al tema y profundizar en él?
– ¿Por qué se criminaliza a quien protesta contra el gobierno y se aplaude a quien se manifiesta a favor?
– ¿Se han planteado algunos que España no es ni Venezuela, ni Rusia, ni Egipto, ni Grecia, ni Ucrania, pero que podría serlo cualquier día y empezar a morir gente en las calles, sean policías o ciudadanos?
– ¿Por qué los grandes medios tardaron tanto en hablar de las marchas y se dedicaron a enterrar a Adolfo Suárez estando el expresidentes del gobierno vivo?
– ¿Por qué dejan acampar a mendigos todas las noches en Madrid y no dejan acampar a manifestantes?, ¿Cifuentes se equivocó?…
Lamentablemente, tal y como viene sucediendo, tras una manifestación totalmente pacífica, suelen llegar momentos de tensión, cuando grupos organizados entran en guerra contra la policía. ¿Quiénes son, de donde vienen, que pretenden…? Son preguntas que ningún medio formula, es mas, si la policía infiltra agentes entre dichos grupos, ¿es imposible que un medio infiltre a un periodista?…Ah! que esto del periodismo de investigación, serio, valiente, riguroso, ya no se lleva, y encima muchos políticos apoyan públicamente que no se investiguen los crímenes contra periodistas en guerras internacionales. Ahora lo entiendo todo.
Los principales disturbios ocurrieron mas o menos una hora antes de la 21:30, hora en la que terminaba el plazo dictado por la Delegada del Gobierno para disolver las marchas. Una vez mas, En el entorno de la plaza Colón, principalmente, donde finalizaba la marcha que partía de Atocha, la policía intuía que pasaría algo grave y empezaron a cargar contra los primeros grupos que les arrojaron botellas y piedras, lo que no sabemos es si en plaza de Colón las familias con niños y abuelos que se estaban preparando para terminar su protesta eran conscientes de que las cargas, como siempre, no mirarían a quien tenían delante. La policía había preparado un dispositivo récord de 1.700 efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y la Guardia Civil se había encargado de controlar los accesos a la capital, bloqueando de paso algunos autocares, por motivos de extrema seguridad, según comentaron.
Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid ha informado a la agencia Efe de que a los detenidos se les acusa de resistencia y atentado a la autoridad, vandalismo y destrozos en el mobiliario urbano.
Reconozco que es una salvajada quitarle a un agente el casco a patadas, no se puede negar. Los números no son exactos, pero según los Servicios de Emergencias del SAMUR-Protección Civil, se atendieron durante la manifestación a 101 personas, de los que 67 son policías y 34 manifestantes. Un portavoz de SAMUR-Protección Civil ha contado a Efe que de los 67 agentes, 47 son policías nacionales y el resto municipales. Nueve policías nacionales, dos municipales y 34 manifestantes fueron trasladados a centros hospitalarios. «Todas son heridas de carácter leve o muy leve, como puntos de sutura por cortes, torceduras, contusiones o revisión», precisó el portavoz.
Los principales disturbios ocurrieron mas o menos una hora antes de la 21:30, hora en la que terminaba el plazo dictado por la Delegada del Gobierno para disolver las marchas. En el entorno de la plaza Colón, principalmente, donde finalizaba la marcha que partía de Atocha, la policía intuía que pasaría algo y empezó a cargar contra los primeros grupos que les arrojaron botellas y piedras, lo que no sabemos es si en plaza de Colón las familias con niños y abuelos que se estaban preparando para terminar su protesta eran conscientes de que las cargas, como siempre, no mirarían a quien tenían delante. La polícia había preparado un dispositivo récord de 1.700 efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) y la Guardia Civil se había encargado de controlar los accesos a la capital, bloqueando de paso algunos autocares, por motivos de extrema seguridad, según comentaron. Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid ha informado a Efe de que a los detenidos se les acusa de resistencia y atentado a la autoridad, vandalismo y destrozos en el mobiliario urbano.
Las carreras entre agentes y manifestantes y las primeras cargas en Colón antes de que acabara la protesta pacífica pillaron por sorpresa a miles de personas que se estaban manifestando pacíficamente, algo que ni La Sexta, ni el ABC, ni el Mundo han destacado. Desde el escenario, los convocantes de la marcha pedían a policía y manifestantes que no entraran en la plaza y cesaran sus escaramuzas. Las cargas se han producido después de que un grupo de personas intentará acceder a la calle Génova, sede del PP. Varios manifestantes intentaron acampar en las inmediaciones de Recoletos, pero fueron convencidos por la fuerza a desistir de la idea.
Fuentes de la Dirección General de Policía han calificado como «salvajes» los ataques sufridos por los agentes durante los altercados registrados tras la Marcha. Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid, ha denunciado por su parte la «saña» contra la policía de un grupo «reducido» de manifestantes en los altercados. En declaraciones a La Sexta, que realizó un lamentable programa el mismo sábado por la noche, Cristina Cifuentes aseguró que los incidentes producidos este sábado «nunca antes en España se había visto algo igual», sin entrar en más detalles.
En Asturias los mineros hace tiempo protagonizaron actos de guerrilla mucho mas espectaculares, pero Cifuentes no lo recordó, aunque una vez mas, llegamos al punto de partida: ¿qué lectura hacemos, donde está el meollo de la cuestión, la raíz del problema?…
Ignorar que la sociedad está mas que harta y que no piensa seguir soportando la presión a la que el gobierno, el BCE, el FMI y la UE les está sometiendo, es ignorar una realidad que existe, que es real, palpable, física y psicológica. ¿Cómo pueden resumir las Marchas de ayer con un titular que reza esta frase?: Grupos radicales arrasan Madrid. ¿Madrid arrasado, donde están los miles y miles de víctimas?. Publicar que alguien ha arrasado Madrid es mentir. Directamente. La prensa miente, o por lo menos, algunos medios. Que algunos descerebrados protagonizaron actos muy violentos que recordaron lo acontecido en otras ciudades recientemente, si, no se puede negar, pero solo en unos cruces de calles y en unas plazas muy concretas. Nadie habla de arrasar Atenas, Kiev, Hamburgo o El Cairo. Y lo mejor llega cuando dichos medios afines al sistema, destacan sin rubor que la ultraderecha en Ucrania prepara su candidatura política. Sector Derecho, el brazo armado de la revuelta, celebró su congreso fundacional en Kiev y eligió a su líder, Dmitri Yarosh, candidato a los comicios presidenciales del 25 de mayo.
Por si fuera poco, antes de informar (incorrectamente) sobre las Marchas en Madrid, en ABC volvieron a hablar de la muerte de alguien antes de que sucediera el deceso…pobre Adolfo Suárez, si supera como están llevando algunos medios su agonía.
Esta es la imagen que proyecta un país que en su momento apuntaba muy alto, un país llamado España que actualmente no solo está mas dividido que nunca, sino que gracias a los medios de comunicación y a los partidos políticos, vive inmerso en una Guerra Civil Fría que en cualquier momento puede convertirse en algo mucho peor. España está rota, solo hay que entrar en Facebook o en Twitter, donde encontraremos amenazas de muerte a diario, insultos y difamaciones cada media hora, entre personas que ni siquiera se conocen, pero que opinan de formas antagónicas.
Si empecé este escrito destacando las palabras de John Keating en la maravillosa El Club de los Poetas Muertos, déjenme que termine realizando un símil cinematográfico dedicado en este caso a un filme de 007. ¿Recuerdan a Elliott Carver…el megalómano presidente de un grupo mediático que quería desatar una Tercera Guerra Mundial para vender mas periódicos, programas de TV, documentales y revistas?. El personaje de Carver es lo mejor de El Mañana Nunca Muere, interpretado por el actor británico Jonathan Pryce, un personaje que por muy exagerado, de ciencia-ficción que pueda parecer, hoy en día se ha convertido en algo totalmente real, y en España nos puede resultar muy familiar. ¿Cuántos Elliott Carver aparecen cada semana en las tertulias televisivas?…¿Hace falta decir nombres o todos conocemos de sobras a los grandes difamadores sembradores de odio que cobran por destrozar lo que a muchos les está costando construir?.
Hoy en día, se publica lo que sea con tal de mantener a los corderos bien alimentados, secuestrando la verdad y manipulándola al máximo con tal de vender y de mantener a quienes les pagan el sueldo, satisfechos. No dignifica a la profesión de periodista resumir lo acontecido ayer como una victoria de los antisistema y de los terroristas que quieren provocar la caída del gobierno. Dicho resumen es una atrocidad, un insulto a los millones de familias, a los niños y a los abuelos que participan de forma pacífica y festiva dentro un acto reivindicativo totalmente democrático. Quedarse con el mensaje de los violentos, con el mensaje de un grupo que no representa al GRAN grupo, es desinformar, o lo que es peor, es mentir.
Es el lamentable, patético y cómplice silencio de los corderos lo que realmente debería preocuparnos, y no estoy hablando ni de Anthony Hopkins ni de Jodie Foster. Es el silencio de quienes se hacen llamar mayoría silenciosa, que con su silencio, justifica las atrocidades sociales y políticas que sufrimos quienes tenemos la osadía y la desfachatez de abrir la boca, o de utilizar la pluma…que ya saben que en muchos casos, es mas fuerte que la espada.
Víctor Riverola i Morera