Las víctimas de nuestro campo visual
Cuando te adentras en las redacciones de los periódicos te encuentras con un dogma que es tan atractivo como disfuncional: la agenda mediática. Una serie de temas que marcan la actualidad diaria generando infinidad de artículos y noticias que acaban hablando de lo mismo. Hoy en día todo se traduce en tendencias, entramos en la versión online de cualquier periódico y encontramos los “temas del día”, entramos en Twitter y sabemos qué diez temas interesan más al público en ese momento. En cierta forma nos están diciendo qué y cómo pensar.
Este mes llorábamos por la tragedia que se produjo hace diez años en Madrid, todos los españoles que vivimos ese día sentimos la pérdida de 192 almas a manos de unos sanguinarios. Nuestra conciencia, conjugada con un extraño patriotismo y oleadas de información nos lleva a empatizar con las víctimas casi como si fueran hermanos.
En el otro extremo podemos encontrar la tragedia que se produjo en Ceuta. Estoy seguro de que la mayoría del país piensa que quince negros murieron intentando entrar al país, y a pocos les importa cómo. Ellos son pobres, no viven dentro de nuestras fronteras y la vida es dura, así que toca mirar hacia otro lado y lavarse las manos. Total, aterroriza más la muerte de un occidental esquiando que de veinte africanos que vayan en balsa.
Esa doble moral nos llevará a que dentro de medio año, cuando el tema ya no esté de actualidad, nadie se acuerde de que un grupo de personas perecieron a manos de gente que cobra de nuestros bolsillos. Sinceramente, no veo a nadie demasiado indignado por presenciar un espectáculo tan dantesco como tirarle pelotas de goma a gente que está nadando para salvar su vida. Nuestra mente ya está educada, y llamarnos terroristas por cometer tal barbarie no es algo que venda.
Recordemos que los individuos que cometieron una masacre que se llevó a quince personas siguen trabajando, y por lo que parece nadie va a dimitir. Nuestro gobierno está encubriendo lo que pasó y al final, como siempre, ha acabado degenerando en una absurda discusión entre gobierno y oposición que no para de generar titulares, pero que no solucionan absolutamente nada.
Cuando este tema pase al olvido y nadie pague por el crimen todos pasaremos a convertirnos en cómplices. Esas almas serán víctimas de nuestra moral, que no atiende a lo que no entra en nuestro campo visual. Antes de que eso pase me gustaría volver a recalcar que los Guardias Civiles implicados en la masacre cobran de nuestros bolsillos, y si nadie hace nada nos convertiremos en gente que paga mercenarios para proteger las fronteras.
Por desgracia, nadie abrirá un periódico llamándonos por nuestro nombre, preferimos esperar a que los políticos hagan su espectáculo, lleguen a un pacto por la inmigración y nuestras conciencias ya estarán tranquilas. El tema dejará de estar en la agenda mediática y por lo tanto huirá de nuestro campo visual, dejará de ser tendencia y todas esas almas pasarán al olvido.
Pese a que intenten imponernos una forma de entender la justicia, nuestros ojos siempre deben ir un paso por delante. Las tendencias no desaparecerán pero debemos buscar más allá de ellas, si no nunca huiremos de una moral globalizada que solo mira donde interesa.
Juan Carlos Meneses
Chaval, sabes una cosa? al principio lo pasaras mal, seguro, pero le dare un nombrecito que lo reconocerás fácilmente, SISTEMA, desglosao,,?
partida de hijos de puta que mandan sobre los que mandan, es lo que hay, sabes cual es el problema? la clase media……han conseguio que no piensen, como diría Einstein…..el problema no es el 20% de gente buena o el 20% de gente mala, noooooooo, el problema esta en el 60% restante a quien le importa un carajo, todo, mientras a ellos no les toquen el bolsillo, gracias por intentarlo., ves? sin CORREO ELECTRONICO NO PUEDO MANDARTE ESTE COMENTARIO.
Doncs sí, ens podem imaginar un accident a Baqueira amb 15 morts? Hagués causat molta commoció i s’hagués remenat i remenat intentant trobar un responsable. I això que parlem d’un accident perquè el cas de Ceuta d’accident tenia poc. Però no ens fixem només en els agents de la Guàdia Civil que van disparar -que també perquè són responsables de la seva pròpia consciència- sinó en els responsables polítics que donen les ordres. Un fet així, veritablement, no s’hauria d’oblidar i molt menys deixar que passi de llarg sense que ningú no paqui per aquestes morts