TARIFAZO: Precios abusivos en el metro de Madrid y Barcelona
Al incumplimiento de las promesas electorales, se suman unas tarifas que no se corresponden con los salarios, ni el nivel de vida en España. Primero se indignaron los usuario del metro de Madrid, y ahora los de Barcelona. Las continuas subidas del metro y en general, de los transportes públicos en ambas ciudades, ha situado a España fuera de la lista de transportes asequibles dentro de la UE.
Madrid
En Madrid se considera la red de transporte para los desplazamientos en el interior del municipio mayor del área metropolitana (zona A) compuesta grosso modo por una extensa red de metro, densa en el centro y radial hacia la periferia; una numerosa y caótica red de autobuses; y una escasa red de ferrocarril de cercanías en forma arborescente unido por un eje norte-sur. El precio mínimo de un billete de metro en Madrid ha subido en dos años, llegando al 1,5 € para 5 estaciones, añadiendo 0,10€ por cada estación adicional, hasta un máximo de 2€ para recorridos superiores a 9 estaciones. Teniendo que cancelar un nuevo viaje cada vez que transbordamos de un medio a otro e incluso de un autobús a otro, y que no da acceso a la red ferroviaria de cercanías. El billete multiviaje equivalente a 10 viajes sencillos cuesta actualmente 12,20 €, y permite realizar 10 viajes tanto por metro como por la red de autobuses. Y pensar que en 2012, con Esperanza Aguirre como presidenta de la comunidad, ya criticaban que los precios se disparasen un 11%, sin contar que solo el billete para ir en metro a Barajas ya subió un 29% (cinco euros), el doble que en 2011. Las autoridades madrileñas han declarado que el metro tiene problemas económicos, que ha descendido el número de pasajeros y que no había mas remedio que aumentar el precio del billete. Metro, la empresa gestora del suburbano madrileño, alardeaba de tener el billete sencillo más barato de todas las grandes capitales europeas y de ofrecer mejores servicios, pero los usuarios no se dejaron llevar por la publicidad engañosa y rotularon la mayoría de los anuncios con otra comparativa en la que los madrileños y el resto de los españoles salen perdiendo, el de los salarios mínimos. Si los madrileños se sintieron engañados por la publicidad e incluso llegaron a pedir su retirada, los de Barcelona no han tardado en mostrar su indignación por unos precios superiores incluso a los de Paris y se han movilizado en las redes sociales para denunciar que el metro barcelonés es el más caro de Europa en comparación al salario mínimo interprofesional. La conclusión es muy clara, Madrid tiene el transporte público más caro de España.
Barcelona
Según ha explicado el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, la culpa del aumento de precios es del Estado y de los anteriores gobiernos municipales, artífices de la deuda de más de 500 millones que arrastra Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). Cuando él llegó a la alcaldía, en junio de 2011, la T-10 se pagaba a 8,25 euros, mientras que a partir del 1 de enero de 2014 vale 10,30. Dos euros más cada vez que pasamos por caja supone un aumento realmente desproporcionado, como lo fue la subida del IVA aplicada el 1 de septiembre de 2012, por un presidente del Gobierno que antes de serlo había proclamado que para estimular el consumo lo que había que hacer era bajar los impuestos al consumo y que él jamás subiría el IVA.
Creo que es importante recordar un apunte dentro del programa electoral con el que Xavier Trias se presentó a las elecciones. «Trias, el cambio en positivo», rezaba el eslogan. No es que no informara a sus electores que en menos de tres años el precio del billete sencillo subiría hasta los 2 euros y que la T-10 aumentaría un 24%, sino que, por el contrario, prometía descuentos para familias numerosas y monoparentales, y prometía también que la T-12 –la de los niños de menos de 12 años– sería totalmente gratuita y se alargaría hasta los 16. Nada de esto se ha cumplido: la T-12 sigue costando 35 euros al año, los chicos de entre 13 y 16 años pagan como cualquier adulto, y lo mismo hacen los miembros de familias numerosas y monoparentales. Que en Barcelona el billete sencillo cueste 2€ y el abono de diez viajes ya pase de los 10€, supone un incremento realmente abusivo en comparación con los salarios y el nivel de vida de España, soportando encima que nos mientan una vez mas, incumpliendo promesas.
Actualmente, Paris tiene el billete sencillo a 1,70€ , válido para circular por todo el interior de su perímetro urbano. Es un precio mas barato que en Madrid y Barcelona, y mejor no comparemos salarios ni el nivel de vida…Y por si fuera poco, tanto Ana Botella como Xavier Trias han declarado que no piensan tolerar mas actos de protestas como el que tuvo lugar en Barcelona en la estación de Palau Reial (L-3) la pasada semana, donde un grupo formado por decenas de indignados, abrió las barreras de acceso impidiendo a miles de personas que compraran o marcaran sus billetes.
El pasado mes de febrero la plataforma Stop Subidas ya bloqueo el metro de Barcelona durante más de una hora, concentrándose en 50 estaciones y en paradas de trenes de toda Cataluña. La protesta consiguió alterar durante más de una hora el servicio de las líneas 1, 3, 4, 5, 9 y 10 del metro, provocando que se redujera la frecuencia de paso de los convoyes y que se cortara el tráfico en algunos tramos del suburbano. Algo parecido se organizó durante el Mobile Congress, con algo menos de repercusión pues la mayoría de medios ignoró dichas protestas. Con estas medidas, la plataforma pretende dar un salto más en su protesta por la subida de hasta un 8% del precio del transporte público. Joaquim Forn, primer teniente de alcalde y presidente de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), aseguró que comenzarán a sancionar a quienes participen en movilizaciones organizadas que “paran el servicio”. “Hasta ahora no lo hemos hecho, pero prevemos imponer sanciones. Todo tiene un límite”, dijo Forn, que justificó la medida: “No pueden basar su queja en parar servicios que son fundamentales para mucha gente que los usan para desplazarse”. El Ayuntamiento ha declinado informar sobre cómo piensa reprimir las protestas y si contempla desplegar agentes de la Guardia Urbana o pedir ayuda a los Mossos d’Esquadra. Tampoco ha aclarado las sanciones que podrían recibir los promotores de la protesta contra el tarifazo en el transporte público. Evidentemente, las protestas sociales son criminalizadas, algo que no sucede con las mentiras en campaña electoral, las campañas de publicidad engañosas y con los aumentos abusivos, totalmente fuera de lugar.
Víctor Riverola i Morera